28 Feb Crema de romanesco y chirivía con pistachos
Si hay algo que me gusta es innovar y elaborar recetas con alimentos que uso poco en mi día a día, para así ampliar mi abanico de posibilidades culinarias y alimentarias.
La coliflor es una verdura que me gusta muchísimo y la consumo a menudo, pero hay un familiar suyo que nunca me había planteado comprar: el romanesco. Desde mi parecer, una verdura con una de las formas más preciosas que hay. Un día lo probé y me encantó, así que pensé que debía elaborar más recetas con él.
El romanesco es una col que pertenece a la misma familia que el brócoli y la coliflor. Tiene un color verde lima y sus flores presentan una forma cónica y fractal, es decir, que tiene una estructura que se repite a diferentes escalas. Es rico en vitamina C, ácido fólico (B9), provitamina A y minerales como el potasio, fósforo y calcio. Además, también contiene fibra y numerosos elementos fitoquímicos con propiedades antioxidantes.
¡Ah! y buena noticia, es menos flatulenta que otras crucíferas.
Es por tanto un alimento muy nutritivo y, además, tiene un sabor riquísimo.

Puede cocinarse como una coliflor: al vapor, estofado, hervido… pero además he descubierto que queda súper rico en cremas. El romanesco es muy rico en pectinas, y eso hace que las cremas queden finas y cremosas.
Para elaborar esta receta he decidido mezclarlo con chirivía para que le diera un toque más dulce, patata y cebolla. El resultado: ¡una crema deliciosa!

«If opportunity doesn’t knock, build a door»
Crema de romanesco y chirivía con pistachos
Receta para 4 personas.
Ingredientes
- 1 romanesco
- 1 cebolla mediana
- 1 chirivía pequeña
- 1 patata mediana (150g)
- 1 diente de ajo
- 2-3 hojas de laurel
- Aceite de oliva virgen
- Sal marina
- Pistachos al gusto
Elaboración
Pelamos y cortamos la cebolla a medias lunas. Pelamos el ajo y lo machacamos.
Calentamos una olla con un poco de aceite y salteamos la cebolla y el ajo durante 10 minutos con una cucharadita de sal.
Pelamos y cortamos la patata y la chirivía. Cortamos el romanesco a flores.
Cuando la cebolla esté transparente, añadimos la patata, la chirivía y las hojas de laurel. Cubrimos con agua y hervir durante 8-10 minutos.
Pasado este tiempo (cuando la patata esté cocida) añadimos el romanesco y un poco más de agua hasta cubrir. Cuando empiece nuevamente a hervir, añadimos una cucharadita pequeña de sal, tapamos y dejamos cocinar unos 4-5 minutos.
Apagamos el fuego y retiramos las hojas de laurel con cuidado. Añadimos un chorrito de aceite de oliva virgen extra y trituramos hasta conseguir una crema suave y homogénea.
Servimos la crema en boles individuales y decoramos con pistachos troceados al gusto.
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